Las consultas sobre hiperpigmentaciones cutáneas o manchas son muy frecuentes en la farmacia durante todo el año. Pero, es precisamente durante los meses de menor exposición solar cuando podemos realizar tratamientos despigmentantes. Para poder aconsejar correctamente a nuestros pacientes debemos diferenciar entre los distintos tipos de manchas y saber cuándo podemos actuar, es decir cuándo están indicados o no los despigmentantes. Además, debemos recordar que el uso de protectores solares debe realizarse todo el año, especialmente cuando se está con este tipo de tratamientos tópicos. Y no debemos olvidar renovar el protector durante la exposición solar.
Por tanto, es muy importante que diferenciemos los tipos de manchas.
- Clasificamos las hiperpigmentaciones según sus características diferenciales. Observamos las hiperpigmentaciones melánicas, debidas a un aumento en la producción de melanina y entre ellas encontramos las efélides o pecas, el melasma o las hiperpigmentacionespostinflamatorias.
- Las melanocíticas, debidas a un aumento del número de melanocitos, son los léntigos solares o seniles, los léntigos simples, o los nevus melanocíticos (lunares).
- Y las debidas a otras causas, como son las producidas por extravasación sanguínea vascular o por depósitos de otras sustancias.
En las melánicas están indicados los despigmentantes, sin embargo, en las melanocíticas y en las debidas a otras causas no están indicados.
Por eso, es fundamental que conozcamos y diferenciemos cuáles son aquellas en las que podemos intervenir desde la farmacia y en cuáles no. Así como el protocolo completo de actuación farmacéutica, los distintos despigmentantes de indicación farmacéutica y los criterios de derivación médica.
El protocolo completo de actuación farmacéutica:
- Aplicar protección solar > SPF30 UVA y renovar los filtros cada 1h30’/2horas. Utilizar sombrero, gorra, gafas de sol y evitar factores agravantes (horas centrales del día…)
- Complementar el tratamiento despigmentante incorporando antioxidantes a la rutina cosmética, como ácido ferúlico, vitamina E, extractos fenólicos de uva o aceituna, polifenoles, etc…
- Utilizar exfoliantes adecuados al tipo de piel (físicos, químicos o enzimáticos) de 1 a 3 veces por semana.
- Despigmentantes por la noche, elección del más adecuado en función del tipo de mancha y tipo de piel:
– Tratamientos farmacológicos de indicación farmacéutica:
ácido azelaico al 20 % e hidroquinona al 2%.
– Tratamientos no farmacológicos de indicación farmacéutica:
Inhibidores enzimáticos de la tirosinasa (ácido kójico 1-4 %, ácido fítico 1-2 %, ácido ascórbico 1-15 % o Deléntigo).
Inhibidores no enzimáticos de la tirosinasa (ácido lipoico 2-8 %, ácido elágico 1 %).
Coadyuvantes como la gluconolactona 1-15 %, ácido salicílico 3-6 %, AHA 5-15 %.
No inhibidores de la tirosinasa (albatin 0,5-1,5 %, inhibidor de la melanogénesis).
- Complementos alimenticios que ayudan a mejorar el estado de la piel, a prevenir la aparición de nuevas manchas y a disminuir las existentes, a base de licopeno, vitamina D y otros antioxidantes.
Y como hemos dicho, debemos conocer los criterios de derivación médica:
Si existe enfermedad sistémica grave, lesiones cutáneas sobre las manchas, haber realizado tratamiento despigmentante previo, sospecha de RAM, síntomas asociados, embarazo o en periodo de lactancia.
Paz Arnau Ferragut de Correo Farmacéutico
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